MOTOATERRORIZADA
Lo prometido es deuda, y esto se lo debía hace mucho tiempo. Era l primera vez y las primeras veces siempre son difíciles (o por lo menos en mi caso). Me lo ofrecieron y pensé: ¡Qué carajo! ¿Qué es lo peor que me podría pasar. Una sucesión de imágenes truculentas de la DGT y sus malditas campañas pasaron a modo de flash-back por mi mente.
Entonces me puse el casco. La polilla maravilla asumió el mando e hizo sonar el motor un buen rato. Dijo: ¡¡Salta!! -recordad que las primeras veces nunca son fáciles- y cual rana fuera de la charca me subí al aparato. Fue justo en ese preciso momento cuando sentí que mi cuerpo era la carrocería (a excepción del casco, claro), y que la velocidad imprimida a un cuerpo es inversamente proporcional al miedo que siente el sujeto. Se me olvida añadir que el peso del cuerpo del sujeto (véase, yo) estaba contrarrestado por las dos cajas de zapatos que me había comprado (¡maldita adicción a los zapatos!).
A nuestro paso la ciudad retumbaba, los coches se asustaban y el cachondo del conductor del autobús 33 nos pitaba al ver nuestro esfuerzo de mantener nuestro equilibrio contra el cierzo (¡maldito viento!). La polilla insistía:"Estás muy tensa". ¿
¡Hay que j...! Era la primera vez que montaba en moto y estaba A.....ada, MEJOR DICHO; MOTOATERRORIZADA.
4 comentarios
MPS -
Drakon -
ergo sum -
niña gusana -
Ah! Sorprendente que a tus 29 no hubieras montado antes en una moto! Eres toda una aventurera, MPS!!