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María en el país de los mierdecillas

ARDE PARÍS, ARDE

<CENTER><STRONG>ARDE PARÍS, ARDE</STRONG></CENTER>

Lo que está pasando en París me recuerda un poco a esas historias del Apocalipsis: dicen que se extenderá por todas partes como una plaga. Lo cierto es que detrás de esos fatídicos acontecimientos está la eterna lucha entre la unión y la desunión, entre la integración y la separación, ¿entre el Bien y el Mal?

Y eso me ha hecho pensar en ti: en años pasados, y en como permanecíamos unidos a pesar de que tú hiciste todo lo posible para conseguir tu Estatut, y en como yo traté,  en vano, de anclarte a mí ... para finalmente, darme cuenta de que ya no éramos uno, de que lo único que nos unía eran mis ganas de estar junto a tí. Ahora pertenezco a una nueva nación, así que me importa muy poco tu independencia, pero me da pena verte dar tumbos por ahí, independiente eso sí, pero lleno de dudas.

No se puede encadenar lo que uno no tiene, eso está claro, ni se puede integrar a quien no quiere ... Ahora arde París como en algún tiempo lo hicimos nosostros, y del fuego ya no quedan cenizas, ni siquiera odio.

 

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