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María en el país de los mierdecillas

COLECCIONES

<center><strong>COLECCIONES</strong></center>

Este puente de marzo, como me sobraba el tiempo, me puse a hacer limpiezas de armario. "Limpiezas de armario" es una expresión metafórica que hace referencia a esa agonía de volver a tu pasado y preguntarte: ¿lo tiro o no lo tiro?

Esto me ha hecho no sólo devanarme los sesos, sino también dejarme llevar por ideas advenedizas, como la de tirar mis colecciones infantiles-juveniles. La colección de llaveros, que heredé de un amigo, ha acabado en la basura, y lo peor... ¡mi colección de cintas! (cassettes para los puristas) habrá acabado en manos de alguno de los  que rebuscan en la basura. No hablo de simples retahílas, estamos hablando de unas 150 cintas, algunas de ellas imposibles de encontrar (¿quién además de mí se compraría la primera de Tortoise o de Everclear?). Y todo ha acabado en la basura...

Sólo me queda una colección digna de exposición: la de zapatillas. Tengo zapatillas de todas las marcas (Nike, Adidas, Puma, Asiccs, Gola...) y he tenido Converse, Reebook, Airwalk, Reef e incluso, Victoria (que ahora llevan las niñas pijas y yo las llevaba en campamentos con el chándal azul marino ... ¡qué pinta!). Todavía tengo espacio en el armario, no creo que me deshaga de ellas, aunque sí que aumente la lista. Cuando me marché de casa de mis padres, tiré mis viejas Adidas Gazelle -las de los conciertos, la de las salidas, la de las fiestas universitarias, las más  raídas- en señal de cambio de vida. País que visito, país en el que me compro un par de zapatillas. ¡Cada uno tiene sus manías!

1 comentario

Nuria -

Yo también tuve unas gazelle María, ¡verdes!, terminaron con agujeros y un buen día mi madre, sin que me diera cuenta, me las tiro... eso de ¿lo tiro o no lo tiro? es todo un dilema, jejeje, besicos